VIVIENDA EN SIDNEY

El color negro puede entenderse como un color neutro como el blanco o el gris, pero tiene un punto de frialdad que si no se trata bien puede hacer que los espacios pierdan calidez. Eso sí, bien tratado y acompañado puede dar resultados tan espectaculares como esta vivienda en Sidney obra de Studio Gorman, donde el negro es el color dominante en todos y cada uno de los espacios.

La madera por ejemplo es clave para no perder esa calidez y tiene una presencia absolutamente protagonista tanto en suelo como en elementos de mobiliario. La encontramos en todos los espacios de la vivienda, desde el mobiliario de cocina hasta en los espejos de los baños.

El resto de materiales no hacen sino que estar al lado del color negro y la madera realzándolos, como los azulejos en verde menta del baño, las cortinas en color nude o los detalles dorados en las luminarias.

APARTAMENTO EN BARCELONA

El color puede ser perfectamente el hilo conductor de un proyecto, eso sí la clave para que exista equilibrio y los espacios resulten acogedores (y no stands de feria) reside en una buena elección tanto de la paleta de colores como de los lugares de aplicación. En este proyecto del estudio CaSA en Barcelona esa elección es maravillosa.

El color terracota de la cocina que invade el suelo, techo paredes y mobiliario, el techo burgundy del salón y el verde menta de los dormitorios se complementan y diferencian de forma equilibrada, creando por un lado sensación de uniformidad y por otro muestran el cambio entre los espacios.

Y como siempre los detalles sólo hacen que sumar al conjunto, como la gran campana cilíndrica en acero inoxidable, las lámparas del salón o el zócalo que se continua en el armario y en la puerta en la zona de dormitorio.

VIVIENDA EN BARCELONA

La orientación es una característica esencial en las viviendas y que si bien es importantísima en muchas ocasiones no se le presta la debida atención. La teoría nos invita a colocar ciertos tipos de estancias en determinadas orientaciones como las zonas de estudio a norte o las zonas más públicas como el salón a sur, pero la mayoría de las veces en vivienda colectiva es imposible tener acceso a las 4 orientaciones.

En esta vivienda la orientación es este-oeste por lo que los arquitectos Adrià Escolano y David Steegman  se declinan por no orientar la zona pública en fachada principal y la privada hacia el patio interior, que sería una distribución bastante habitual, sino que crean un eje longitudinal con unas puertas correderas que determina una zona de carácter más público a un lado y otra de carácter más privado al otro.

En cuanto a materiales, la apuesta era clara, la vinculación con la terraza tenía que ser muy fuerte, y lo consiguen no sólo a través de la distribución de los espacios sino introduciendo en el interior materiales más propios de zonas exteriores como las baldosas.