16 de diciembre de 2021

VIVIENDA EN ZONA ARGÜELLES

Muchas veces os decimos que el desencadenante de un proyecto puede ser un elemento tan dispar como unos muebles heredados con una determinada estética que marcan totalmente el estilo tanto de la casa como de los espacios. Si a eso le sumamos la búsqueda de la luz natural para trabajar y para los espacios de salón y cocina y unas gotas de atrevimiento tenemos el proyecto que realizamos para Mathieu y Sepideh en Madrid.

La vivienda en origen contaba con unos grandes y luminosos ventanales, dos de ellos ya pertenecían a la zona de salón pero por ejemplo la cocina se encontraba en la parte interior y era un espacio muy oscuro.. Como imagináis una de las clave del proyecto fue desplazar la cocina hacia uno de estos ventanales abriéndola al salón para que todo el espacio y las circulaciones fueran más fluidas.











En el diseño de la cocina la madera fue clave para mantener esa estética con un punto clásico y vintage que nos marcaban los muebles heredados del resto de la vivienda. Además para aportar luminosidad y ligereza a nivel visual planteamos que la zona frontal sólo tuviera muebles bajos y que el extractor quedara integrado, las baldas a ambos lados nos permiten ganar espacio de almacenaje además del aporte estético. Para el suelo apostamos por un porcelánico en tonos blancos y el toque de color lo dimos con los azulejos del frontal en un verde botella que no nos puede gustar mas.

Además de ganar luminosidad en la cocina, Sepideh (que trabaja muchísimo desde casa) nos pidió tener una zona de trabajo bien iluminada y amplia. Para ello diseñamos un espacio a continuación del salón, separándolo con un cerramiento de madera y vidrio que nos permitía tener esa luminosidad y a la vez esa privacidad necesarias para un espacio de trabajo.

El punto transgresor de la vivienda lo encontramos en el dormitorio principal y es que para acceder a él tenemos que hacerlo a través del baño. Y algo que en un principio podría parecer raro se convirtió en la clave del diseño. Por ello propusimos que la zona de conexión entre distribuidor y dormitorio se hiciera a través de la zona de lavabo y la zona de ducha y del inodoro se plantean como dos habitáculos independientes. Rompimos el concepto de baño frío y aséptico a través de los materiales elegidos, los muebles de madera y la pintura.

23 de noviembre de 2021

VIVIENDA EN MONCLOA

La luz natural probablemente sea el elemento más deseado en una vivienda, es por ello que es un factor que tenemos en cuenta desde el primer momento en el que empezamos a pensar en un proyecto. Y aunque siempre es importante en el caso de la vivienda de Filipa fue un aspecto fundamental en el diseño.




La vivienda contaba únicamente con dos entradas de luz y ambas en la misma orientación, con lo que en el resto del espacio corríamos el riesgo de encontrarnos con espacios oscuros. Esto que en un principio podría parecer un problema fue la clave para diseñar el espacio. Decidimos dar la luz directa a los espacios de salón y zona de trabajo y ubicamos el baño en el punto más oscuro e interior. En el espacio de transición ubicamos la cocina y el dormitorio.









El dormitorio se independiza mediante dos grandes puertas correderas de suelo a techo que permite que en ciertos momentos del día reciba la luz natural y en otros se convierta en un espacio totalmente aislado. 




En la pared de separación de la cocina diseñamos un gran armario también de suelo a techo.

La cocina funciona como elemento de conexión desde el acceso y para potenciarla a nivel estético decidimos apostar por un color coral tanto en suelo como en paredes.

Además, en la zona de trabajo diseñamos un escritorio con zona de almacenaje para optimizar al máximo el espacio. Siempre decimos que los muebles a medida nos aportan un plus pero en espacios pequeños son aún más importantes.




Para el baño, ya que no contaba con ninguna entrada de luz natural apostamos por paredes en color blanco y un toque de color en el suelo mediante un porcelánico azul. un gran espejo y una estratégica ubicación de las luminarias consiguen que nos olvidemos de que estamos en un baño interior