Teníamos muchas ganas de volver al blog para mostraros uno de los proyectos más personales de los últimos meses: la reforma de la casa de Margarita.
Quizás os preguntéis si hay mucha diferencia a la hora de emprender una obra cuando se trata de la vivienda propia, y después de reflexionarlo podemos deciros que éstas son mínimas. Todo el esquema que guió la toma de decisiones fue el mismo que aplicamos a la hora de reformar la casa de un cliente: estudiar sus necesidades y buscar la distribución que mejor se adapte a su estilo de vida.
En el caso de Margarita, partíamos de su vivienda, una casa de 100 m2 en el barrio de Chamberí. La vivienda se encuentra en un edificio de Antonio Palacios, considerada un ejemplo de la arquitectura moderna de la época. Su familia había crecido y durante un tiempo valoró y estuvo a la búsqueda de viviendas más grandes por su zona. Pero como finalmente no encontró nada que le gustase, y su vivienda le encantaba, decidió hacer esta reforma y sacarle partido a los metros disponibles con una nueva distribución.
La casa originalmente tenía una entrada de 7m2, un salón/comedor de 20 m2, cocina de 8 m2, un dormitorio principal de 18 m2, otro dormitorio de 12,52m2, un tercer dormitorio de 8 m2, dos baños y un largo pasillo. Lo que buscábamos principalmente era una redistribución de los espacios, generando de este modo una división en dos zonas: por un lado, la parte más privada con los dormitorios y los baños, y por el otro, el salón con una cocina abierta. La distribución actual mantiene la entrada porque resultaba muy útil y el gran cambio es la zona de día. Al derribar varios tabiques, se consiguió un espacio común de 42 m2 muy diáfano. Además la presencia de los grandes ventanales permite la entrada de luz durante muchas horas del día. Visualmente es un espacio muy agradable, ya que es muy amplio y versátil.
Zonificamos los usos mediante la creación de áreas concretas (salón, comedor y cocina) que se integran visualmente, a lo que contribuyen los suelos de madera y la elección de una paleta neutra y sencilla, acorde con el estilo de la envolvente del edificio. Ahora es nuestra parte favorita de la vivienda.
En lo que respecta al diseño, quisimos mantener la esencia y los acabados de la vivienda original (podéis fijaros en las puertas, los suelos de pino melis, los radiadores...) pero dándole un aire moderno y atemporal. Al tomar cada elección teníamos claro que lo importante era crear un ambiente relajado y acogedor, que completara la armonía
de todo el proyecto.
Como veréis lleva el sello de nuestro estudio: base neutra, geometrías definidas, estancias luminosas, volúmenes limpios, materiales naturales y el toque de color en algunos elementos. Por supuesto una gran estantería nos permite albergar libros, objetos personales y piezas de diseño. Ya sabéis que somos muy fans de las casas vividas y con la impronta de los que la habitan.
En el esquema neutro de la zona de estar destacan dos butacas que tapizamos en un tono terracota. El comedor juega con líneas limpias y minimalistas, pero aderezadas con la calidez de la madera.
Al colocar una cocina abierta, teníamos claro que necesitábamos un diseño muy depurado, que nos permitiese mantener el orden y ocultar la mayoría de electrodomésticos y enseres necesarios para cocinar. Elegimos unos muebles de líneas muy simples, en color blanco, siguiendo las mismas claves decorativas del resto de la casa. Pero por supuesto nos apetecía darle contraste y por eso diseñamos una isla en color amarillo ácido, que está abrazada en la parte exterior por un diseño en dm lacado que simula el cruce de 3 planos.
Seguidamente se accede a la zona de noche, donde encontramos el dormitorio principal, de 11 metros cuadrados. Nuevamente sigue la línea de una estética muy sencilla y luminosa. Colocamos los muebles indispensables: cama, mesitas y un gran armario para dejar que la luz fluyese libremente por el espacio. La personalidad aparece en las
pequeñas láminas y objetos personales que salpican sus paredes. Con anterioridad aquí estaba colocada una parte de la cocina y un baño, por eso no se conservaba el suelo de madera de pino. Por eso optamos por utilizar el mismo suelo cerámico que encontramos en el baño de la habitación. Es un modelo de Wow Design que nos encanta, porque tiene mucho movimiento.
Aunque el baño cuenta con poco espacio, hemos conseguido sacarle bastante partido. Se cierra mediante una puerta corredera, de esta manera optimizamos el espacio y creamos mayor sensación de amplitud.
Margarita tenía clarísimo que quería utilizar un azulejo de Equipe por su tonalidad cálida, la textura que aporta y el acabado redondeado de su perímetro. En la zona del lavado lo colocamos en horizontal (alicatando incluso el techo) En la zona de la ducha en cambio dispusimos el mismo tipo de azulejo en una gama cromática muy parecida, más clarito, aunque lo instalamos verticalmente.
pequeñas láminas y objetos personales que salpican sus paredes. Con anterioridad aquí estaba colocada una parte de la cocina y un baño, por eso no se conservaba el suelo de madera de pino. Por eso optamos por utilizar el mismo suelo cerámico que encontramos en el baño de la habitación. Es un modelo de Wow Design que nos encanta, porque tiene mucho movimiento.
Aunque el baño cuenta con poco espacio, hemos conseguido sacarle bastante partido. Se cierra mediante una puerta corredera, de esta manera optimizamos el espacio y creamos mayor sensación de amplitud.
Margarita tenía clarísimo que quería utilizar un azulejo de Equipe por su tonalidad cálida, la textura que aporta y el acabado redondeado de su perímetro. En la zona del lavado lo colocamos en horizontal (alicatando incluso el techo) En la zona de la ducha en cambio dispusimos el mismo tipo de azulejo en una gama cromática muy parecida, más clarito, aunque lo instalamos verticalmente.
El cuarto de los niños también ha sufrido cambios. Seguramente recordáis cómo era antes, con rayas de circo pintadas en el techo, porque es una de las fotos con más éxito en nuestras redes sociales. Pero ahora los niños pedían algo más "adulto" Le hemos dado un giro más preadolescente, buscando también la practicidad. Las camas son un diseño nuestro y nos permiten aprovechar el espacio de esta habitación, que es bastante alargada.
Finalmente encontramos su baño, que tiene el mismo suelo del de la habitación principal. En principio buscamos una estética algo fría, para romperlo con toques cálidos en los complementos. Para ello recurrimos a Kolor, una marca apuesta por jugar con el color, con unas tonalidades muy atrevidas y divertidas. Quizás os suene de verlos en otros proyectos, ya que recurrimos a ellos en muchas ocasiones por la gama tan amplia que ofrecen, tanto en productos como en tonalidades. El mueble es de ikea y hemos planteado una encimera y zócalo de Silestone. Sobre este zócalo instalamos un revestimiento de un material de TopCer en gris. Sobre él va colocada una línea en madera de cerezo para contrastar con todos los elementos fríos. La zona del inodoro y la ducha se elevan sobre un escalón, que nos sirve para colocar las instalaciones (y así conseguir mayor caída debido a la distancia a la que está la bajante) Al mismo tiempo ese escalón nos sirve para dividir estas dos zonas de agua. En la ducha aparece un golpe de color, con un azulejo de TopCer con las juntas en color azul.
