Una vivienda nueva para dos en las afueras de Madrid, con un gran jardín, una luz bonita y espacios amplios, pero había un problema Marta no se sentía identificada con ella, no terminaba de funcionar su forma de vivir con esos espacios que si bien eran correctos resultaban demasiado rígidos y encorsetados, y además parecía que la casa daba la espalda al gran jardín.
Marta realizó pequeños cambios pero no terminaba de dar con la clave, y en ese momento entramos nosotras a trabajar, las estrategias estuvieron muy claras: dar fluidez a los espacios, abrir la casa al jardín y dar personalidad a los dormitorios.
Para el mobiliario del salón elegimos un sofá que nos recuerda a los sofás antiguos orejeros pero con un concepto más actual de la firma Sancal y una silla en color rojo de Magis.
Para ello incorporamos la cocina al salón cambiando su ubicación original y dándole mucho color, la península se eleva sobre patas para aportar ligereza al conjunto y parte de ella se convierte en barra hacia la zona del salón.
Las lámparas de la península son de Schneid, la serie Junit nos permitía colocar dos lámparas diferentes pero que encajaban entre sí y además nos permitía jugar con la combinación de colores entre la cocina y el salón.
El acceso a este nuevo espacio que agrupa los usos de salón,cocina, comedor y despacho se hace a través de unas grandes puertas de madera que diseñamos, de forma que el acceso desde la entrada es mucho más natural y luminoso.
En la zona de salón colocamos la televisión Frame de Samsung que al simular un cuadro rompía esa sensación de tener la televisión en la zona de paso.
El pilar de hormigón visto recuperado y el suelo de microcemento en todo este espacio reforzaban la sensación de fluidez, así como el gran ventanal hacia el jardín abre el espacio hacia el mismo.
La zona de comedor se sitúa en el espacio de transición al jardín, creando un lugar dentro-fuera tan apetecible. La mesa la adquirió Marta en un mercado de antigüedades y las sillas son de la firma Normann Copenhagen.
El despacho permite el acceso desde la entrada de la vivienda y desde el espacio abierto con el que comparte una gran librería que diseñamos a medida.
De esta forma, en algunos momentos la zona de trabajo está totalmente integrada en la zona abierta y en otros permitía tener privacidad y ese "aislamiento" tan necesario en algunas ocasiones.
En el dormitorio creamos un cabecero de obra y redistribuimos el espacio de forma que pudimos diseñar un gran baño con bañera y ducha, algo que Marta llevaba deseando bastante tiempo.
Como detalle, la balda en la zona de la bañera y el banco en la zona de la ducha.
En el dormitorio de Valentina la idea era darle más personalidad, para ello realizamos un cambio de mobiliario y diseñamos dos elementos importantes: la librería de obra y el armario con cajones vistos en color frambuesa.
El último espacio que intervinimos fue el aseo, buscábamos algo sencillo pero con mucha personalidad, la apuesta fue pintarlo por completo en color caldero y realizar un bastidor a medida en metal para el lavabo.
