La mayoría de las heladerías se encuentran en locales pequeños, y a veces resolver esos pequeños locales y conseguir que sean apetecibles no es tan fácil como pudiera parecer.
En este proyecto de Hecker Guthrie en Australia lo consiguen con creces, además utilizando materiales bastante sencillos como los azulejos en blanco que aparecen tanto en la barra como en toda la pared posterior. Un acierto también el color verde de la carpintería tanto de la fachada como del fondo de la heladería, donde gracias al ritmo generado por la estructura de madera nos encontramos con una pared con presencia pero a la vez sencilla.
Y como último top, la lista de precios, que aunque es un recurso muy explotado aquí funciona a la perfección.
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