19 de junio de 2024

VIVIENDA EN ARTURO SORIA

La vivienda de la que os queremos hablar hoy ha sido un auténtico regalo. Primero porque repetimos con nuestros clientes, a los que ya habíamos reformado, hace tiempo, el espacio de la cocina y el comedor de su antigua casa. Fue un proyecto que nos encantó y por eso fue una alegría cuando se pusieron en contacto con nosotras de nuevo. 

Y segundo, porque su nueva vivienda tenía una base muy buena. Contaba con 250 metros cuadrados, una buena orientación, en un barrio que les resultaba cómodo para su vida familiar... pero que estaba lejos de la funcionalidad y el estilo de vida de nuestros clientes. Ellos son una pareja con dos niñas, a los que les encanta la arquitectura, el diseño, la buena lectura y la música. Por eso nos pidieron que a la hora de diseñar su vivienda tuviéramos en cuenta todo esto. 

A esto le sumamos otras peticiones que eran importantes para ellos. Querían un gran salón, con zona de estar, zona de lectura y una zona con proyector para visionar sus películas favoritas. También soñaban con una gran biblioteca que diese cabida a su enorme colección de libros. Querían disponer de una zona de comedor, independiente pero a la vez conectada con la cocina y el salón. Y un espacio que les ayudase a organizar su colección de música y donde también poder disfrutarla con un buen equipo. Además, como nuestros clientes trabajan en casa ocasionalmente, nos pidieron que les diseñáramos dos espacios donde pudiesen hacerlo individualmente. A esto se añadía una cocina de buen tamaño, con una isla con sitio para desayunar o comer. En la zona de noche, tenían claro que cada uno quería su zona de baño y su vestidor independiente. Dos dormitorios para las niñas, con un cuarto de juegos. Y a esto le añadimos un espacio que funcionase como dormitorio de invitados, con su baño.

Nuestro reto era construir un lugar que transmitiese calma, pero que resultase acogedor, cálido y con un punto sofisticado. Para ello hicimos cambios en la distribución, en aras de conseguir espacios más abiertos y potenciar la proyección de la luz natural hacia el interior. Además, quisimos crear un ambiente idóneo para incluir tanto
piezas de diseño contemporáneo como obras de arte, todas ellas seleccionadas por nuestros clientes y que creemos que le dan un punto muy personal a la vivienda.

La zona de día fue la parte del proyecto a la que más vueltas dimos, ya que buscábamos encajar bastantes espacios con diferentes usos y eso provocó que las opciones se multiplicasen. Nuestra idea inicial era
crear un espacio dinámico y a la vez práctico, que nos permitiese albergar todas las funcionalidades que nos habían pedido. Finalmente la opción escogida fue crear una zona de alrededor de 100 metros cuadrados, con espacios que podían independizarse o conectarse a través de un sistema de puertas correderas metálicas, diseñadas por nosotras. Lacamos los perfiles en un tono de rojo muy apetecible, y colocamos en la zona inferior un cristal acanalado para proporcionar más intimidad, pero en la zona superior es transparente, para permitir el paso del máximo de luz entre los espacios.

A la vivienda se accede por un amplio hall, donde colocamos un primer frente de armarios lisos para ampliar el almacenaje, y a su vez da acceso a la puerta de un baño, a la de la habitación de invitados y la del acceso a la cocina. Está pensada para que sea un preámbulo a nuestra parte favorita del espacio: el salón.






La cocina juega, quizás, con la estética más neutra de toda la vivienda. Como conocíamos los gustos de nuestros clientes, tanto a nivel cromático como funcional, planteamos un esquema minimalista, donde primase un uso eficiente y todos los elementos quedasen ordenados armónicamente. Pero a su vez buscamos que el mobiliario nos proporcionase algo de calidez y por eso lo elegimos en un tono piedra. La distribución se planteó en dos frentes. Uno alberga armarios altos y los electrodomésticos de gran tamaño (frigorífico, horno convencional, horno de vapor y vinoteca) y en el otro se encuentra la zona de aguas y más módulos cerrados de almacenaje, ya que la idea de nuestros clientes era mantener un ambiente despejado.

Pertenece a la marca Cesar Cucine: los muebles son de la colección Máxima y la isla, que nos encanta y nos parece muy original, pertenece a la colección Unit. En nuestros proyectos es cierto que muchas veces en esta superficie es donde nos dejamos llevar por el color, pero en este caso el cliente prefería mantener un ambiente muy neutro. Así que el toque se lo dimos con esta estructura, que tiene una forma dinámica y ligera, con sus patas y sus esquinas redondeadas. En la superficie colocamos una encimera de Consentino, que aunque tiene un tono neutro, aporta cierta rugosidad. Nos parece que este elemento fomenta la interacción entre las áreas de trabajo y reunión, promoviendo una comunicación fluida. El suelo de la cocina es de Living cerámica (colección Cava) donde añadimos una junta de color terracota.







A continuación, separado por esa puerta lacada en color rojo encontramos el espacio de comedor, con cierto toque nórdico debido a los muebles que lo decoran, que a su vez se abre al ambiente que funciona como despacho-sala de música. Todo el mobiliario lo diseñamos a medida, ya que esta reforma tenía que responder a eso, a crear espacios funcionales, con suficiente almacenaje y con una estética acorde con los gustos de sus inquilinos. Para ello creamos la mesa de despacho, que es una superficie volada y el mueble de la música, que encargamos con cajones de diferentes alturas para guardar CDS y DVD. Además sirve de base para colocar el equipo de música.










Seguidamente se accede al salón, un espacio pensado para relajarse y disfrutar; gracias a sus dimensiones pudimos zonificarlo. Encontramos un rincón de lectura con sus cómodas butacas de diseño, con unos acabados muy contemporáneos y que se ha convertido en una de las zonas preferidas de nuestros clientes. Junto a ella rescatamos la antigua chimenea, dándole un aire actual gracias a revestirla con el material cerámico de Equipe en color Taupe, buscando una selección cromática equilibrada.





En la zona de estar, presidido por un precioso sofá de Patricia Urquiola, diseñamos un mueble en DM lacado con los gruesos en azul oscuro y las puertas en color claro. Como su función era acoger al equipo de sonido, las puertas son de tela acústica sobre bastidor, para que la salida del mismo fuese perfecta. También colocamos  un
mecanismo que permite desplegar una pantalla, para ver las películas con un gran proyector sobre esa pared.

El salón se conecta con la zona de noche a través de un largo pasillo, que aprovechamos para colocar una estantería de pladur de grandes dimensiones y que crea un volumen muy interesante en esa zona de la vivienda.









Seguidamente accedemos a través de otra puerta corredera a la zona más privada de la casa. Nada más pasarla hay un espacio pequeño, que sirve de cuarto de juegos de las niñas, y que más tarde puede convertirse en zona de estudio. Sus dormitorios tienen una atmósfera juvenil, alegre y sencilla. Colocamos  los muebles indispensables, y diseñamos unos armarios con juego de dos colores y tiradores fresados en forma triangular, que terminan de configurar el espacio.




En el baño que comparten las niñas hemos vuelto a jugar con la combinación del azul y el coral, que nos parece muy divertida. Colocamos un gran mueble bajo lavabo de Cubro y para completar el conjunto, unos apliques geométricos de Faro.



Siguiendo el plano, llegamos a la parte más privada de la casa: el espacio del dormitorio principal, con un esquema singular. Cada uno de sus clientes tiene su propio vestidor y su propio baño. De esta manera aprovechamos cada centímetro para colocar almacenaje extra. En el dormitorio creamos una atmósfera relajante, utilizando madera, tonos neutros en los paramentos y algunas piezas contundentes con color, como la butaca de diseño o el mueble zapatero en color azul, que les diseñamos para su antigua vivienda. Nos encanta que este mueble siga acompañándoles en su nuevo hogar.





En el baño de nuestra cliente volvemos a jugar con los contrastes, combinando el azul en los azulejos del suelo y de algunas de las paredes, con el mueble a medida en color rojo.





El baño de él, es algo más sobrio, pero igualmente creemos que hemos conseguido un espacio funcional, cómodo y estéticamente atractivo. Quizás lo más llamativo es la encimera del lavabo, el modelo Pietra Grey de Buto.




Como comentamos, a la entrada de la vivienda encontramos un dormitorio de invitados, que también funciona como despacho. De esta manera optimizamos el espacio, y damos cabida a su petición de encontrar en
la vivienda dos espacios diferenciados donde poder trabajar. Nos encanta el toque Mid Century que le da el escritorio y la silla.

Estamos realmente contentas con el resultado de esta reforma, y nos consta que nuestros clientes también. Creemos que les hemos ayudado a crear un espacio sofisticado, acogedor y contemporáneo, que esperamos
que disfruten muchos años.






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