7 de junio de 2018

LA CASA DE NACHO Y UVE


Llevamos un tiempo pensando que debíamos darle un giro al blog y abriros la puerta a nuestra realidad, contaros todos aquellos detalles que forman parte de cada uno de nuestros proyectos, de nuestras referencias visuales y de nuestras marcas y estudios favoritos. Así que a partir de ahora no sólo veréis una selección de imágenes maravillosas sino unos textos fetén sobre el porqué os enseñamos ese proyecto y no otros.
Como no podía ser de otra forma queremos hacer la inauguración con uno de nuestros proyectos, que sin duda lleva el sello de #equiponimu. Y aunque nuestro punto fuerte son las reformas integrales en este caso el proyecto son dos baños en la casa de Uve y Nacho, una casa muy especial y unos clientes también muy especiales (y con las cosas muy claras).
La vivienda forma parte de un edificio obra del arquitecto Saenz de Oíza en Madrid. Unos años antes había experimentado una intervención de todos los espacios, pero los baños se habían quedado pospuestos.
Los objetivos del proyecto están claros, hay que mantener la esencia de la vivienda, potenciar un pasillo con unos vidrios espectaculares, aumentar el espacio de almacenaje, crear un espacio para bañar a Otis, un teckel divertidísimo que nos hizo muy buena compañía durante el transcurso de la obra. Y todo esto con una estética muy conectada con la Bauhaus y con el estilo midcentury.
Los puntos clave del proyecto son: convertir uno de los dos baños en “el baño”, reducir el segundo baño dándole todo el protagonismo al lavabo (bañera para Otis), transformar la zona de acceso al baño en un gran espacio de almacenaje y diseñar unas puertas a medida para potenciar el atractivo ya presente en el fantástico pasillo.
En el baño principal apostamos por un azulejo de un verde intenso con textura y brillo que crea un gran contraste con el resto de las paredes que están totalmente desnudas y donde el protagonista es el color blanco. En el interior de la ducha las paredes son de microcemento mientras que en la parte exterior son de laca, por el contrario las piezas del suelo son de color negro, con una sutil imitación a terrazo.


La gran ducha con la doble grifería y la mampara en color negro, rematan la vista frontal del baño mientras que en el lado izquierdo lo hace el mueble de madera diseñado a medida y realizado en pino teñido en color cerezo y con todos los cajones personalizados (uno incluso tiene enchufes interiores para tener los aparatos siempre conectados).



Para completar el mueble también diseñamos el lavabo a medida. Está fabricado en cuarzo compacto, con la válvula de desagüe oculta y espacio suficiente para colocar dos grifos dorados empotrados en la pared.

Para rematar un espejo redondo y unas lámparas vintage compradas por Uve y que terminan de darle personalidad al conjunto y aportar ese aire de baño midcentury que tuvimos en mente durante el desarrollo del proyecto.

  
Al trasladar el inodoro de su posición original, diseñamos este banco para ocultar la conexión de éste con la bajante y que además de servir para sentarse cumple la función de almacenaje porque la tapa es abatible.



En el baño 2 creamos un pequeño vestíbulo con un armario de suelo a techo. En este espacio el color mostaza aparece tanto en paredes como en techos creando un espacio con una gran potencia de color que se contrapone con la neutralidad presente en el baño.








Ya en el interior del baño, el absoluto protagonista es el lavabo-bañera de Otis, una pieza a medida realizada en terrazo y donde incluso seleccionamos el color de las piedras que lo componen. En paredes y suelo utilizamos el mismo material en color blanco con las juntas en negro para no robarle ese protagonismo al lavabo. Una grifería muy especial con una manivela de carácter industrial que nos encantó y un espejo (también aportación de Uve) le dan el toque final.


Para finalizar os contamos la actuación en el pasillo, que se convirtió en una pieza fundamental del proyecto, y donde el elemento de intervención fueron las puertas. El color como seña de identidad, en amarillo, azul y blanco, haciendo un guiño a los colores primarios tan presentes en la Bauhaus. Diseñamos las puertas hasta el techo, las enmarcamos con unas molduras muy estrechas en color negro y colocamos unas manivelas del mismo color. El contraste con la pared de pavés y el suelo de madera es extraordinario.





Y esto es el resumen, un proyecto con propuestas arriesgadas que esperemos Nacho y Uve estéis disfrutando cada día. Y vosotros, ¿os atreveríais a hacer algo así?

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