Pensar en una vivienda unifamiliar en Londres probablemente nos lleve a la clásica imagen de vivienda victoriana con la fachada estrecha, las escaleras en la entrada, la cubierta a dos aguas, y tonos grises y oscuros.
Esta vivienda del arquitecto Thomas Mcbrien podría decirse que es todo lo contrario, el blanco como protagonista, una cubierta a dos aguas que pasa desapercibida gracias a los grandes ventanales y al juego de volúmenes.
El espacio principal de cocina y comedor es el gran protagonista, teniendo la vista más privilegiada de la casa, y la madera natural es el elemento conductor de todo el proyecto, apareciendo desde el suelo o las carpinterías hasta todos los elementos de almacenaje y los muebles de cocina y comedor.
Un detalle que nos encanta es el porche, que se convierte en un espacio totalmente continuo al interior y que a través de los tres escalones permite la transición a la zona ajardinada.
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