26 de julio de 2022

VIVIENDA EN ZONA TRIBUNAL, MADRID

Nos habíamos propuesto enseñaros otra de nuestras reformas antes de empezar las vacaciones de verano. Y vamos a llegar algo justas, pero aquí la tenéis, la cocina y el salón de Silvia en el centro de Madrid.

 

Nuestra cliente nos contactó porque aunque le gustaba mucho su vivienda en general (y a nosotras también),  encontraba algunos espacios, como la cocina, poco funcionales por su distribución y estéticamente nada apetecible. Así que en principio su idea era simplemente reformar la cocina, cambiando los muebles y consiguiendo una estética más moderna. Pero ya en la primera visita vimos todas las posibilidades que tenía el espacio entrada-cocina-aseo si jugábamos con los tres.

  

La vivienda se sitúa en un edificio antiguo, de techos altos y unas preciosas ventanas originales de la construcción. Nos fascinó la esencia de la vivienda y vimos claro que con un pequeño cambio en su distribución podíamos conseguir la fusión perfecta entre la estética más tradicional de la vivienda y el toque contemporáneo que aportan las piezas de diseño.

 

Nuestro objetivo primordial fue conseguir que la zona de la cocina fuese un espacio con luz y conectado con el salón, donde te apeteciera estar, y reflejase la personalidad de Silvia. Una mujer joven, profesional y con muchas inquietudes estéticas, que además nos dejó jugar con el color e incluir piezas arriesgadas que generasen cierto contraste.

 

Para conseguirlo, eliminamos un pequeño aseo que se encontraba a la entrada al que no daba ningún uso, y abrimos todo lo posible los huecos que unían la cocina con el salón para potenciar la entrada de luz. Al hacerlo, dejamos a la vista las vigas de madera. El comedor que antes estaba en la zona de salón lo pasamos junto a la cocina en la zona del antiguo aseo, ganando así mucho espacio para la zona de estar.



Lo que inspiró todo el proyecto y sobre lo que giraron muchas de nuestras elecciones posteriores fue un potente suelo con diferentes tonos de rojo de WOW Design. Una apuesta arriesgada pero que Silvia tuvo muy claro desde que se lo enseñamos, nos encantó su decisión y para nosotras fué una decisión super acertada.

 



Como os comentamos, la estética del resto del proyecto fue marcada por este elemento, que le confiere una enorme personalidad.

 

En la cocina, de OB Cocinas, también resultó atrevida la elección de color, pero encontramos que funciona a las mil maravillas ese tono de rojo en combinación con el suelo cerámico. Buscamos un esquema de líneas limpias, potenciadas por un panelado sin tiradores y con los electrodomésticos integrados (excepto el frigorífico, un modelo de Smeg que nos encanta)

 


Nuestra idea era mantener el espacio lo más despejado posible, y evitar el ruido visual, al tener un concepto abierto y compartir ambiente con el salón. Por ello buscamos disponer de mucha zona de almacenaje, y para ello diseñamos un armario alto muy práctico, que permite guardar aquellos enseres que no son de uso diario; integrar la campana extractora y dotar de cierta materialidad al conjunto, al estar decorado con un revestimiento de palillería que nos permite jugar con las texturas.

 



En la entrada diseñamos un armario con acabado en cerezo, este elemento integra la entrada, la zona de lavadora/limpieza, y la zona de comedor.  Se trata de un todo en uno, ya que da la entrada a la vivienda, permite “esconder” la lavadora y cuenta con espacio para guardar, y en uno de sus lados colocamos una hornacina donde nuestra  clienta guarda algunos de sus libros de cocina favoritos. El armario se transforma en un banco que da asiento a la zona de comedor y también tiene almacenaje. La mesa ya la tenía la clienta y terminamos el espacio de comedor con las sillas de Carl Hansen y la lámpara de Gubi, collar pendant.









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