Un apartamento de 40 m2 puede parecer pequeño y para muchas personas incluso agobiante, pero cuando esos metros cuadrados se aprovechan al cien por cien, evitando pasillos y dejando que el espacio fluya de forma continua, la sensación es muy diferente.
Así es como está planteado este apartamento en París, obra del estudio Épicène. En el centro una pieza en torno a la que se organiza el espacio y que contiene el baño, la cocina y almacenaje, a un lado la zona de salón y al otro el dormitorio.
Uno de sus puntos fuertes y que en este tipo de espacios es casi un imprescindible es la carpintería a medida, ya que con ellos se consiguen optimizar al máximo todos los rincones. Y no podemos olvidarnos de los detalles como la isla de la cocina alicatada, el banco que acoge las escaleras y que a su vez contiene un radiador, la solución para el extractor de humos o el arco en la puerta de la cocina.
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