11 de abril de 2024

VIVIENDA EN AVDA CUIDAD DE BARCELONA

 Volvemos al blog para mostraros este proyecto de reforma integral de una vivienda de 65 m2 ubicada en la Avenida Ciudad de Barcelona , y que diseñamos para María, su hijo pequeño y su perro.

Y como siempre os contamos, lo primordial cuando diseñamos una vivienda para un cliente, es no caer en los estándares y pensar siempre en cómo deben ser los espacios para adecuarse a las necesidad vitales de aquellos que la van a habitar.

Partíamos de una buena base: aunque no era una vivienda muy grande, si que contaba con ventanas en todas las estancias y además (la joya de la corona) existía una terraza de buenas dimensiones, de unos 18 m2,
que siempre es un lujo en Madrid.

Trabajar con María ha sido un placer ya que tenía clarísimos los referentes estéticos que querían que dominasen en su casa, pero a la vez era consciente de que teníamos que encajar muchas piezas del "puzle" en los metros de la vivienda, y que necesitábamos encontrar "hueco" para muchas funcionalidades que eran necesarias.

Por ejemplo, María trabaja desde casa, así que necesitaba un espacio para hacerlo, y no quería que fuese una zona separada, si no que le apetecía que estuviese integrado con la zona común. Así que buscamos responder a las necesidades de su estilo de vida, donde compartir el espacio laboral y familiar se ha convertido en una realidad. María también nos pidió dos baños (un baño y un aseo) y dos habitaciones.

El estado original de este proyecto presentaba una vivienda que se encontraba compartimentada en exceso. Es por ello que el objetivo principal de la reforma ha sido ordenar y potenciar el espacio existente, dotándolo de la máxima cantidad de luz natural posible. Como siempre hacemos, y creemos que es uno de nuestros puntos fuertes
como estudio, es jugar con la distribución, fusionando estancias para evitar divisiones y conseguir ambientes espaciosos. La meta era que no quedase un solo metro cuadrado sin utilizar.

Con la nueva distribución, utilizamos parte del espacio que antiguamente era una entrada demasiado grande, para colocar la habitación infantil y parte del baño. Toda esa zona es la más oscura de la vivienda, así que ideamos dos soluciones: colocamos paves para que la luz del baño inundase ese espacio, y además, para crear una atmósfera suave, optamos por eliminar la esquina, dándole una forma curvada a la pared.


Después encontramos la habitación infantil, que es un contenedor muy neutro donde intentamos maximizar el espacio, colocando una litera y los muebles indispensables, para no abarrotarla. Utilizamos materiales naturales como la madera, y el microcemento que encontramos en toda la vivienda y que nos ayuda a conseguir una sensación armónica.





A continuación vemos el baño principal, que tiene una planta estrecha y alargada. Para aprovecharlo diseñamos un mueble de almacenamiento que lo recorre, aloja el lavabo y luego se prolonga con muebles bajos, articulando el espacio y proporcionando más lugares donde guardar los enseres de la familia. En la zona de la ducha utilizamos un azulejo de Equipe (modelo Evolution) en color blanco y usamos un potente tono coral anaranjado en el mueble, como herramienta para iluminar el espacio.







En el pasillo recurrimos a una solución que nos habéis visto en otras reformas, y es que colocamos unos armarios, siguiendo la tonalidad de la cocina, donde dispusimos la zona de despensa, la lavadora y también un armario ropero.


Enfrente se sitúa el pequeño aseo, que tiene unas dimensiones muy reducidas pero prácticas. Para darle el toque Nimu, pintamos una de sus esquinas con un azul muy intenso.


Seguidamente llegamos al espacio que funciona como cocina, salón y comedor. Nuevamente, todo está pensado al detalle para sacarle el máximo partido a cada centímetro cuadrado. Volvimos a utilizar una fórmula que funciona:  dar forma a una base neutra que resista el paso del tiempo. Y también quisimos dar protagonismo a las vistas y a la luz que entran desde la cristalera.

La premisa estética que define esta zona de la vivienda es calidez, funcionalidad y encanto. Es un espacio no muy grande, que debía cumplir varias funciones. Por lo tanto el mayor reto era conseguir una distribución que cumpliera con todas las necesidades de la familia.

Nuestra solución pasaba por varios aspectos. Creamos una planta abierta, con diferentes elementos que nos permitiesen zonificar las diferentes funcionalidades. Además optamos por diseños a medida que optimizasen cada centímetro del espacio y nos garantizasen un buen flujo de movimiento. A su vez optamos por una gama cromática en tonos alegres y suaves para potenciar la luz que entra desde la terraza.

Como ya sabéis nuestro concepto de diseño se basa en la eficiencia y la versatilidad de los espacios gracias a una distribución inteligente, y en la incorporación de soluciones de almacenamiento creativas. Así que volvimos a aplicar este esquema en casa de María.





Sin duda un punto fuerte dentro de esta zona es la cocina. Es el elemento más potente porque destaca sobre los tonos neutros del resto de la estancia. Pero a su vez queríamos que se integrase y no chocase con la estética del conjunto. Así que elegimos un diseño con unos volúmenes muy limpios y depurados (fijaos que los muebles no tienen tiradores y en la campana, que parece un armario más) Diseñamos una isla en madera que sirviese para colocar el fregadero y a su vez delimite esa zona visualmente. Pero no podía ser una cocina Nimú sin un toque del color, que aparece en la encimera y el copete, y ese grifo naranja tan vibrante. María fue una cliente ideal, que nos dejó arriesgar con los tonos. Un ejemplo de esto es que el microcemento del suelo tiene un color rosado que le aporta mucha calidez y un aire envolvente a todos los espacios.

En la zona de estar hemos optado por repetir ese esquema de colores neutros, geometrías definidas, materiales naturales y objetos de diseño depurado. Pedimos a nuestro carpintero que realizase un mueble de almacenamiento, que combina armarios y estantes abiertos y que parte de la isla de la cocina y llega hasta la cristalera de la terraza. Así aportamos más superficie de almacenaje y también nos sirvió como punto de orientación de la zona de estar, que es pequeña pero funcional.






Llegamos a una de las cosas en que más nos había insistido María cuando nos contrató: su zona de trabajo. Quisimos demostrarle que la limitación de metros no debería ser un impedimento para lograr un espacio amable, bonito y práctico. Por eso le diseñamos un espacio, conectado al salón, pero que mediante algún sistema pudiera abrirse al resto de la estancia. Ese fue otro de nuestros retos, ya que estuvimos valorando el sistema de cerramiento con ventanas abatibles, con cerramiento de guillotina… al final optamos por un sistema de ventanas
correderas, que permiten que María se aísle cuando necesita concentrarse a través de este esquema de cerramiento de metal y cristal.  Así logramos fomentar la luz y la conexión entre los espacios Además colocamos un gran frente de armarios detrás de la mesa de trabajo, que casi pasan desapercibidos por su diseño, pero que
resultan muy útiles para la vivienda.





Otro de los grandes hándicaps fue crear la habitación principal, que cuenta con unas dimensiones reducidas. De nuevo el diseño a medida fue la solución más eficiente. Nuestro carpintero realizó un tatami, que nos permitió colocar una cama de 2 m de largo; a su vez, su sistema abatible permite una gran capacidad de almacenamiento en su interior. Para completarlo diseñamos unos armarios estrechos que que siguen la línea de la puerta de entrada. El resultado es un pequeño espacio luminoso y despejado.





En resumen, la reforma de esta vivienda con dimensiones ajustadas y una planta alargada ha sido todo un desafío para nosotras. Pero la redistribución de espacios maximizó su potencial para convertirla en un hogar luminoso, acogedor y muy disfrutón. ¡Esperamos que os guste!