Si hay algo muy muy satisfactorio en nuestro trabajo es el momento en el que unos clientes vuelven a contar contigo porque han quedado muy contentos con el trabajo realizado anteriormente. Y esto exactamente lo que nos pasó en esta vivienda de la zona de Quevedo.
Algunos conoceréis el proyecto y para los que no, os dejamos aquí el link para que lo hagáis. La primera vez trabajamos en la decoración del salón y en esta segunda fase contaron con nosotras para llevar a cabo la reforma de los cuartos de baño, la cocina y los dormitorios, tanto el principal como el de la pequeña que en breves se iba a incorporar a la familia.
Cerramos la cocina con una puerta metálica igual que la que diseñamos para cerrar el salón.
La cocina es blanca, pero queríamos romper con la sensación de cocina laboratorio, así que utilizamos distintas estrategias: colocamos un suelo con despiece hexagonal de color cálido, planteamos la zona de trabajo de forma exenta para que fuera como un mueble, el extractor lo escondimos en una caja de pladur que pintamos del mismo color que la pared, no colocamos muebles altos sino que diseñamos un mueble con capacidad de almacenaje para platos y vasos pero con una zona abierta para colocar libros.
Y a todo esto ubicamos una zona de comer con la mesa tulip de Eero Saarinen, dos sillas metálicas negras de Vitra (el modelo Wire chair DKX 2) un banco diseñado a medida aprovechando para integrar un pilar existente y el aplique de Jean Prouvé que nos encanta .
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