Hay temas que siempre generan controversia al comenzar un proyecto,como por ejemplo terraza abierta vs. cerrada y la cocina abierta vs. cerrada. Cada uno de ellos con sus defensores y retractores. En la vivienda de Olga y Luis se plantearon los dos dilemas y aunque
ahora os daremos las razones, os adelantamos que ganó tanto la terraza como la
cocina abiertas.
A favor de la terraza abierta teníamos que en origen estaba
cerrada y hacía que el salón fuera un espacio muy tubular y oscuro, algo que
queríamos evitar a toda costa. En contra, la calle a la que daba la vivienda
tiene bastante tráfico y ruido, la unidad exterior del aire acondicionado había
que colocarla en la propia terraza y la superficie que se incorporaba al salón
era bastante importante
Pero todos estos impedimentos no fueron suficientes para que
ganara la terraza cerrada y finalmente propusimos una terraza abierta donde,
diseñamos un mueble a medida en chapa microperforada para integrar la unidad exterior
del aire acondicionado y planteamos un cerramiento plegable que permitiera
incorporar la terraza al salón en las épocas de mejores temperaturas y que en
temporada de frío o en momentos de mucho ruido permitiera aislar el salón a la
perfección.
La cocina abierta tenía muchos puntos para convertirse en
realidad pero también teníamos que incorporar un espacio de lavandería, algo
que a Olga y Luis les parecía imprescindible, Y claro una cocina abierta al
salón es algo sencillo de interiorizar, pero cuando les planteamos la
lavandería abierta al salón creemos que algo de pánico sintieron.
Les
prometimos que sería algo especial, que no parecería lo que realmente es y que
seguramente se convertiría en un elemento protagonista de su vivienda… Y así
fue. Diseñamos unas puertas correderas continuas para el acceso al salón y a la
lavandería de forma que parecieran un único elemento de cierre y planteamos el
interior de la lavandería en color rosa de forma que contrastara con el azul
petróleo de las puertas.
En la cocina, como contraposición al color de la lavandería, planteamos el mobiliario en color blanco y el suelo en un porcelánico gris muy suave. La única
excepción, una de las paredes que ocultaba el acceso a un espacio que se
convertiría en despacho.
Y como elemento especial dejamos vistas dos grandes vigas de hormigón que atravesaban el espacio.
Ya en la parte más privada de la vivienda nos encontramos
con los dos baños, donde el color vuelve a ser el protagonista en contraste con
los dos dormitorios y el vestidor que tienen un carácter mucho más neutro y
donde el blanco inunda todo.
En uno de los baños los colores oscuros presentes en el
verde bosque del mueble del lavabo que diseñamos a medida y el azul petróleo del suelo contrastan con
el color coral de la estantería.
En el otro el rosa de las paredes con azulejo hexagonal
contrasta con el color y la uniformidad del gris del microcemento, el blanco
del lavabo volado de Hidrobox y los toques en negro de la grifería de Cristina Bossini, de la balda que recorre las dos paredes y el gran armario de
almacenaje.
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